El Jubileo de la Esperanza es para toda la Iglesia oportunidad para celebrar el encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación; con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (cf SnC 1). De esta manera, al convocar el Jubileo, el Papa Francisco insistió en "mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. (por esto) El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente." (Carta a Mons. Fisichella 2022)
Con este contexto que vivimos, nos unimos a esta celebración jubilar de la Iglesia universal y en ambiente sinodal, en la Arquidiócesis de Bogotá, nos preparamos para celebrar la presencia profética y misionera de la vida consagrada en toda la historia evangelizadora de esta Iglesia particular, quienes desde sus dones y carismas avivan la llama de la esperanza en tantos sectores y espacios de nuestra ciudad, en definitiva la vida consagrada es profecía de Esperanza para el territorio que habitamos.